Un día me pidieron abrir un proyecto de blender para hacerle un ajuste. No entendía nada de lo que veía. Un programa demasiado complejo. Me fustré y no lo logré. Luego intenté volver y con mucha paciencia fui cambiando mi mood hacia el 3D. Ahora no paro de inventar el siguiente gran ambiente que voy a crear. Verlo hecho, luego de días y día de render, es especial. He estado haciendo estas animaciónes para campañas de rebajas y el resultado en magia.